La Cartagena cultural e histórica que conocemos hoy día, poco o nada tenía que ver con la Cartagena gris de los años 80.
Está claro que la historia y el patrimonio allí se encontraban, esperando a que la autoridad competente los pusiera “en valor”. Pero la Cartagena del Teatro Romano y su museo, El Batel, El ARQUA y otros tantos recursos turísticos y patrimoniales no existían o estaban por descubrir.
Es digno de estudio comprobar que la ciudad de Cartagena a lo largo de su historia ha padecido periodos de abandono total. Inquietante, si contamos que Cartagena ha tenido posiblemente el mejor puerto natural marítimo del mundo y fue una de las capitales más importantes en época romana.
Pero desde que el general cartaginés Asdrúbal fundara la ciudad en el siglo III a.C. se evidencian periodos de ostracismo en su historia. Podemos citar la época bizantina o durante la ocupación islámica.
Como hemos comentado, en la década de los años 80 del pasado siglo, Cartagena atravesaba una crisis profunda que afectó a las explotaciones mineras de plata, plomo y cinc, (sobre-explotadas desde la época romana) a las industrias de abonos y fertilizantes y a la naval. Un periodo socialmente conflictivo y de general desánimo colectivo.
Lo cierto es que a las autoridades, historiadores y economistas no les sorprendió. La situación tomó tintes dramáticos y el Ayuntamiento de Cartagena patrocinó y se ofreció a ser anfitrión nada más y nada menos que del Primer Congreso Mundial de Ciudades en Decadencia.
Por suerte esta mala racha ya pasó y después del túnel apareció la luz. Hoy día Cartagena es una ciudad a la vanguardia cultural en España y los cierto es que aún no ha explotado todo el potencial turístico y patrimonial que atesora.
Fuente: Región de Murcia. Vegas, mares, montañas… Mucho más de lo que te imaginas. Ismael Galiana Romero