Todo esto surge por una novela de Federico Moccia.
En ella los protas enganchan un candado en un puente de Roma y tiran las llaves al fondo del Tíber, como señal de su amor eterno.
La moda se ha exportado a infinidad de ciudades europeas y Murcia no iba a ser menos. Los jóvenes enamorados han elegido el Puente Viejo, el más antiguo de la ciudad, para sellar su amor.
La verdad es que no es fácil ver los “Candados de Amor” ya que los operarios del Ayuntamiento los retiran en pocos días.
Bueno aquí va una muestra; un pequeño homenaje a todas esas parejas.