No sabemos por qué nombre conocerían al Cabo de Palos, los habitantes del poblado prehistórico de las Amoladeras del Mar Menor.
Estos primeros pobladores se asentaron en época eneolítica junto al cabo, hace ya unos tres mil años.
No mucho tiempo después, hablando en términos históricos, empezarían a asomar por estas costas infinidad de pueblos procedentes de África y el Medio Oriente.
El mar trajo a los Pelasgos, ese conglomerado de indígenas habitantes de las tierras y mares egeas, llamados así antes de convertirse en los poderosos y cultos Helenos. Pero también fenicios, cartagineses y romanos arribaron a estas playas con el firme propósito de fundar colonias y explotar la plata. Éstos ya encendían fuegos en Cabo de Palos, para orientar a las embarcaciones que se aproximaban al saliente.
Aquí también teníamos a nuestros indígenas. Esa rama de los iberos a los que conocemos como Mastienos, los cuales colocaron su capital en Cartagena. Pues bien, para estos Mastienos aquel cerro árido donde se levanta hoy el faro y todo el saliente rocoso en general, no era de “Palos”. Sino que lo conocían como Punta Trete.
Cabo de Palos… «Caput Paludis»
El topónimo “Palos” se empezó a utilizar allá por el siglo XIII y proviene del latín Palus, que significa «laguna». Esta laguna no es otra que el Mar Menor. Caput Paludis: “el final de la laguna”, le decían.
Pero no es el único nombre para el Cabo de Palos: Irgum Trete, Promontorium Scombraria y Taraf Al-Qabtat; han sido otros nombres que se han acuñado para nombrar la punta de tierra que marcaba el final de “la laguna”.
Caput Paludis: “el final de la laguna” #CabodePalos Una laguna que no es otra que el #MarMenor Os contamos más aquí= https://t.co/m5CWXFlvi7 pic.twitter.com/SaIw1fDgY3
— Descubriendo Murcia (@DescubreMurcia) 15 de febrero de 2017
Fuente: Crónica y Guía de las Provincias Murcianas. Ángel Oliver.