Basílica Paleocristiana de Algezares en Murcia

La basílica de Algezares está situada en la vertiente norte de la Sierra de Carrascoy, al pie de las estribaciones con la Cresta del Gallo.

Ubicada en una planicie cercada por 2 ramblas, el lugar es  conocido como Llano del Olivar, en la carretera que va dirección a Los Garres.

El edificio fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1979. Empezó a ser excavada en 1934, en esos trabajos ya se describía el yacimiento como: una Basílica de 3 naves separadas por columnas siendo la central la más grande, ábside semicircular y posible pórtico. Al lado izquierdo de la Basílica y adosado a ella, encontramos un baptisterio con su consignatoria o tepidaria. En el centro, la piscina bautismal presenta una estructura casi octogonal y no circular como puede parecer a primera vista.

Varios son los componentes decorativos encontrados:  celosías, restos del cierre del recinto, losas con decoración geométrica, barroteras decoradas, piñas decorativas, un salmer, dovelas, un sillar de jamba y varios ladrillos reutilizados correspondientes al hipocaustum de unas termas.

Se reconoce la influencia oriental del recinto, llegada hasta tierras murcianas a través del norte de África. De hecho, en los años 40 se establece un paralelismo entre la Basílica de Algezares y la iglesia de Perigotville en Mauritania. En cuanto a la construcción del baptisterio, se encuentran paralelos con la basílica lateranense de Roma. Como fecha posible para la basílica se apunta que podría relacionarse con el reinado de Recaredo (587-602).

Según los últimos estudios, la basílica fue utilizada en época islámica. Ya que se han encontrado candiles, marmitas y jarros vidriados islámicos, fechados entre finales del siglo IX y principios del X.

Cerca de la Basílica se encuentra el Castillo de los Garres. Que al parecer, defendía la comunidad asentada en su entorno próximo ante la inseguridad causada por los enfrentamientos entre bizantinos y visigodos por el dominio del sureste peninsular.

Los restos se encuentran en un recinto verjado, aunque en un estado irreconocible. Solo se percibe la silueta del baptisterio que se encontraba adosado al edificio.

Fuente: Estudio preliminar de los materiales procedentes de la Basílica de Algezares en los fondos del Museo Arqueológico de Murcia. Marina García Vidal.