Fue en octubre de 1934 cuando se produjo el alzamiento (orquestado por socialistas, comunistas y anarquistas), en contra de la República Española.
A nivel nacional, fue en Asturias donde mayor seguimiento hubo y donde más violencia se produjo. En la Región de Murcia, Alguazas fue la localidad que “más guerra” dio, llegándose a proclamar la República Socialista. También en Abanilla hubo un serio conato de sublevación, vamos a contar un poco lo acontecido en la localidad de la Santa Cruz.
En las primeras horas del domingo 28 de octubre, una pareja de la Guardia Civil fue asaltada en Abanilla por 3 ó 4 individuos que se encontraban ocultos tras unas paleras. Se produjeron algunos disparos y los asaltantes huyeron en la oscuridad.
Como se preveía una sublevación en contra del orden establecido, a las 5 de la tarde llegó a Abanilla una sección de Guardias de Asalto y 15 parejas de la Benemérita. Estaban comandadas por el Teniente Coronel Brotons y el Capitán de Asalto Huelín que fueron ovacionados a su llegada a la Plaza de la República de Abanilla. Se impuso el toque de queda, se cerraron las tabernas y se registraron todas las casas del pueblo en busca de armas. Se incautaron: 75 escopetas, 13 trabucos, 19 retacos y más armas cortas. Se detuvieron 21 personas que fueron llevadas a Murcia y puestas a disposición judicial.
Hasta el día 2 de noviembre, estuvieron los guardias custodiando el pueblo. En el informe del Teniente Coronel Brotons se alaba a los vecinos de la pedanía de Barinas y de Abanilla, pidiendo para las dos localidades el título de “Muy hospitalarias y laboriosas”. El domingo 4, el pueblo de Abanilla mostraba su afecto a la República en una imponente manifestación.
Pero también pedían que se les devolviesen los trabucos y “carabinas de chimenea” requisados, por ser los que se utilizan para hacer las salvas en las fiestas de la Santa Cruz. Y es que, una cosa es la revolución y otra muy distinta, las fiestas
Fuente: La Revolución de octubre del 34 en Murcia. El caso de Alguazas. Luis Lisón Hernández