Bandoleros han existido por todas las sierras de España, sobre todo en el siglo XIX. Por los montes de la Región de Murcia también se han movido bandoleros, algunos de ellos muy famosos, como Jaime Alfonso «El Barbudo».
De «El Barbudo» ya hemos hablado en alguna ocasión. Siendo un fugitivo de la ley, su morada eran los montes y especialmente las cuevas como la de la imagen, que se trata de una sima que utilizaban los bandoleros en la pedanía de Hondón de Los Frailes.
Pero no era ésta la única cueva utilizada como guarida. Podemos añadir a su historia que en el valle de Balonga (Abanilla) hay dos lugares relacionados con la historia del bandolero. Que en realidad, a pesar de lo que diga su apodo, nunca lució barba. Uno es el abrigo rocoso conocido como El Contador (Los Rafaeles) donde la bandoleros de «El Barbudo» se reunían para contar el botín.
Bandoleros decapitados y expuestos como escarmiento
El otro lugar es el paraje conocido como Las Cabezas, donde confluyen las ramblas de Gaones y del Chervo. Cuentan que en este lugar los carabineros sorprendieron a varios bandoleros de la banda y los acribillaron a balazos. Los decapitaron allí mismo, colgando sus cabezas de unos pinos para escarmiento de sus simpatizantes.
De Jaime Alfonso «El Barbudo» y sus bandoleros quedan las historias que la tradición oral de los vecinos, ha ido transmitiendo de generación en generación. Aparte de su recuerdo, también se cuenta que se conserva una canana (cinturón donde se llevan los cartuchos) en algún lugar desconocido de Abanilla y uno de sus trabucos, regalado por el propio Jaime Alfonso que cuelga en el salón de alguna aristocrática mansión francesa.
Fuente: Tierras Altas de Abanilla, Fortuna y Molina de Segura. Manuel Moyano y Juan Antonio Moya.
Mosaico de espartal y pinar (aparentemente) natural en los cerros de Balonga (Sierra de Quibas, #Abanilla) pic.twitter.com/Yo2XwilZ2C
— Jale sp. 🍀 (@jalesp) 13 de junio de 2014