Según tenemos entendido, fueron los fenicios los primeros comerciantes que se asentaron en la Península Ibérica, hace unos 2800 años.
Está datado un verdadero asentamiento fenicio en Guardamar (Alicante). Su ubicación es característica de los núcleos fenicios: un promontorio junto a la desembocadura de un río importante, en este caso el río Segura.
A parte del comercio, los fenicios nos legaron muchas cosas. Entre otras la cultura de los salazones de pescado, tan típica en el litoral de nuestra Región. También trajeron los garbanzos, que se empezaron a cultivar en Cartagena y después se expandieron a Andalucía y al resto de la Península. Fue Asdrúbal, el fundador de Cartagena, quien ordenó que se cultivase el garbanzo, para el abastecimiento de sus tropas. Ya que era un alimento bueno, barato y fácil de conseguir.
Fuente: Antropología de la Región de Murcia. Luis Álvarez Munárriz.