Arsenal de Cartagena y sus astilleros, se idearon para potenciar el puerto marítimo de la ciudad. A principios del siglo XVIII, con la pérdida de Menorca y Gibraltar en favor de los ingleses, Cartagena se convirtió en un puerto estratégico que tenía como finalidad controlar el dominio inglés del Mediterráneo.
La construcción del Arsenal de Cartagena, empezó a tomar forma en 1745 y finalizó veinte años más tarde. En 1750 llegó a la ciudad portuaria el famoso espía español y capitán de navío Jorge Juan, para colaborar en la construcción del Arsenal de Cartagena e introducir el método inglés de fabricación naval en la flota española. Entre los años 1751 y 1756, se construyeron los primeros navíos de importancia, con la madera de árboles procedentes de Valencia, Cataluña y las sierras de Huéscar y Segura.
En aquellas décadas, la comarca se vio inundada de miles de obreros para la construcción del Arsenal de Cartagena. Este flujo migratorio propició un fuerte impulso a la economía de la Región de Murcia, debido a la demanda de alimentos y materias primas por la inyección monetaria que supusieron los salarios del Estado y por el dinamismo del comercio exterior.
Arsenal de Cartagena: sus esclavos y la primera máquina de vapor de España
Aparte de la mano de obra cualificada, también se trajeron a la ciudad presidiarios y esclavos musulmanes que desarrollaban los trabajos más penosos.
El Arsenal de Cartagena situó a la ciudad a la cabeza de las ciudades más avanzadas tecnológicamente de Europa: sus diques fueron los más originales del continente, su fábrica de cordelería naval alcanzó renombre internacional y en 1774 se instaló en el Arsenal la primera máquina de vapor de España, fabricada por Jorge Juan y que podía bombear agua sustituyendo así el trabajo de 330 obreros.
Fuente: Historia de la Región de Murcia. Miguel Rodríguez Llopis