Seguimos contando lo que hace unas semanas iniciamos. El devenir de una de las piezas arqueológicas más importantes de la Historia de la Región de Murcia: el Ara Pacis de Cartagena.
De la mano del Cronista de Murcia, Antonio Botías, y de su libro: Murcia, Secretos y Leyendas II, continuamos con la historia de este bloque de mármol también conocido como el “Altar de la Salud”.
Nos quedamos diciendo que el Ara Pacis tuvo su privada residencia en el palacio del Marqués de Espinardo.
Las primeras reclamaciones al marqués para que devolviera el “ara”, al pueblo de Murcia en general y al de Cartagena en particular, datan de 1872. Esta iniciativa tuvo como cabeza al Gobernador de Murcia y la realizó una Comisión Provincial de Monumentos. La idea era que el Ara Pacis fuera expuesto en el Museo Provincial.
Las reclamaciones no surtieron el efecto esperado y tras la muerte del marqués, el altar fue trasladado por sus herederos a Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Corría el año 1895.
La pieza también pasó por otro palacete en Monistrol, al pie del monasterio de Monserrat. Y en 1940, el Ara Pacis de Cartagena, fue vendido al Museo Arqueológico de Barcelona. Y allí sigue.
La pieza volvió a casa… vamos a Cartagena… a finales de los años 90. Pero fue una visita de ida y vuelta, una cesión temporal con el motivo del 50º Congreso Nacional de Arqueología que se celebró en la ciudad portuaria.
Ara Pacis de Cartagena ¿de vuelta a casa?…
En julio de 2005, el Gobierno Regional inició y promovió el trámite para que el altar comenzara su retorno definitivo a casa.
La cuestión se debatió en el Senado y… cosas de la política… por los pelos se aprobó la iniciativa (10 votos a favor y 9 en contra). El texto aprobado, solo instaba al Gobierno Central a mediar entre los dos gobiernos regionales de Murcia y Cataluña, que son los que tienen las competencias del asunto. Y la vida siguió y el Ara Pacis, el Altar de Cartagena, Espinardo o de la Salud… o como quieran ustedes llamarlo, sigue en tierra extraña.
La vida pasa y tal vez, las generaciones futuras estudien este magnífico e histórico bloque de mármol. A lo mejor, en aquel día, ya no se lo conoce como Ara Pacis o de la Salud o de Cartagena o de Espinardo… A lo mejor lo llaman el Ara de Barcelona o de la Generalitat o de Cataluña… quien sabe, torres más grandes se han visto caer.
Fotos: Réplicas del Altar de la Salud (Ara Pacis) de Cartagena en el Museo Arqueológico de Murcia MAM.
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