Frente a la iglesia de San Juan de Dios, a unos pocos pasos de la Catedral de Murcia, nació en 1534 el único murciano capitalino (por casualidad) que hasta la fecha, ha sido elevado al honor de los altares.
Se trata del franciscano descalzo fray Andrés Hibernón. Este humilde murciano, fue beatificado solemnemente por el Papa Pío VI el 13 de mayo de 1791. Según las crónicas, el acontecimiento fue celebrado en Murcia por todo lo alto. Y no es extraño, ya que según cuentas los escritos de la época, el religioso era muy querido y popular, por todas las virtudes que atesoraba.
Hoy día frente a la iglesia de San Juan, una placa recuerda la memoria de este fraile.
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si señor,me ha gustado mucho el articulo,fijate que pensaba que era de El Palmar…
beato Andres Imbernon intercede por tus paisanos que buena falta nos hace.
De El Palmar fue párroco el Beato Fortunato Arias, mártir en la Guerra Civil.
De capitalino nada, de Alcantarilla, parece mentira…
En la placa pone que nació en Murcia…