Con la entrada del invasor francés en 1808, muchos ciudadanos de a pie, se organizaron en milicias. El primer objetivo era defender sus casas, tierras, pueblos y ciudades.
El objetivo a largo plazo: echar al ejército de Napoleón de territorio español. Los vecinos de Aljucer no fueron menos, se organizaron y llegaron a tener su “bautismo de fuego”.
Fue en el año 1809, cuando se libró uno de los choques parciales que más honraron a las tropas españolas. Bajo el mando del ilustre soldado el Marqués don José de Zayas, los aljucereños, tramaron un plan para desgastar una guarnición francesa, que se dedicaba al saqueo de la ciudad de Murcia.
Primero se dividieron en pequeños grupos de guerrillas y hostilizaron a los franceses, atrayéndolos al lugar donde esperaban el grueso de las tropas españolas. Éstas se encontraban preparadas en la entrada de Aljucer, cerca de la acequia de Beniaján, en el lugar conocido como Torre Elena o Torre de los López.
Los galos no se esperaban el recibimiento y huyeron soportando un gran número de bajas.
Fuente: Aljucer Ensayo Histórico. José Mateo Carnicer.