El documento más antiguo descubierto que narra la existencia de San Ginés de la Jara, está fechado en 1260. Pero es muy probable que mucho antes ya se celebrara algún tipo de culto cristiano visigodo, que pervivió durante época musulmana. Los documentos antiguos cuentan que San Ginés de la Jara, era un lugar de peregrinación a donde llegaban fieles de toda Europa.
También se convirtió en paso obligado de emigrantes que se dirigían, desde la vecina Cartagena y su puerto, hasta tierras andaluzas. De hecho, en muchos pueblos de Andalucía, tienen como patrón a San Ginés. El monasterio estuvo habitado hasta que llegó la Desamortización, y en 1835 se convirtió en propiedad particular. Fue en ese momento cuando comenzó su ruina.
La prensa de 1936 ya hablaba de lo mal que se encontraba San Ginés y de los destrozos que sufría por culpa de los expolios. Durante los años 60 se cultivaron en su finca grandes explotaciones de uva, donde trabajaban cientos de peones. En ese tiempo se acometió una restauración para acondicionar el lugar a su nueva labor agrícola. Con el paso del tiempo, esta agricultura cesó y no es hasta el año 1994 cuando se realiza el último arreglo conocido; cuando el Monasterio ya contaba con la catalogación BIC. Aun estando en manos privadas, fue la Comunidad Autónoma la que se gastó 10 millones de pesetas para frenar el deterioro. Desde entonces hasta ahora, todo ha sido una cuesta abajo para San Ginés de la Jara.
El monasterio se encuentra totalmente expoliado. Pero, aunque parezca increíble, aún hay algo que se podría recuperar. Como es la iglesia y su torre, que pueden ser restauradas; también los murales ocultos bajo el enlucido de las paredes y aún queda algo del claustro, aunque se encuentra en mal estado.
Tampoco podemos olvidarnos de las ermitas del monte Miral, que se encuentran al otro lado de la autovía. También se encuentran en estado de ruina, aunque sería más fácil recuperarlas.
Lo que realmente puede ser una revolución en el entorno de San Ginés de la Jara y el Monte Miral, es su subsuelo. Las catas arqueológicas que se han realizado hasta el momento han descubierto restos prehistóricos, romanos y musulmanes.
A San Ginés de la Jara le queda una oportunidad, pero es la última. Si no la aprovechamos, la próxima noticia sobre el monasterio, será la de su derrumbe. ¿Cuantas lluvias más aguantarán los muros del viejo monasterio?… pocas, muy pocas.
fuentes consultadas: Intervención Arqueológica en San Ginés de la Jara, Cartagena (Murcia). José Joaquín Vicente Sánchez.