Con suerte ya podemos contemplar los majestuosos vuelos y picados del Águila Calzada y del Águila Culebrera, sobre los pinos carrascos de Sierra Espuña.
Suelen aparecer por este parque regional (procedentes del continente africano), cuando se incrementan las temperaturas en primavera y su periodo de estancia termina a finales de septiembre.
El Águila Culebrera puede llegar a medir 1,80 metros de envergadura, y en vuelo es reconocible por su vientre de color blanco con motas marrones. Como bien indica su nombre, su principal fuente de alimentación son las culebras.
El Águila Calzada no suele medir más de 1,30 metros. Se la reconoce por tener las patas emplumadas a modo de “calzas”. Se alimenta de pequeños mamíferos, lagartos y aves de mediano tamaño.
Esta visita que realizan dichas águilas a suelo y cielos murcianos es muy importante para ambas especies, ya que durante este tiempo será la puesta y cría de sus pollos. Cuando llegan a Sierra Espuña, la pareja se dedica a reconstruir su “casa” y es que estas rapaces diurnas suelen regresar al mismo nido año tras año.
Sus nidos los colocan en los árboles más altos. Es muy importante no acercarse a sus nidos, ni hacer ruido para no molestar a estas grandes aves que se encuentran en periodo de cría.
En caso de encontrar algún ejemplar de estas águilas malherida, no hay que acercarse ni coger al animal. Rápidamente hay que contactar con el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Valle, llamando al teléfono 968847510. Este organismo es el que tiene las competencias para atender debidamente a los animales que han sufrido algún percance. También se puede contactar con el teléfono de emergencias 112.
Fuente: murcianatural.carm.es
Foto: un Águila Culebrera se recupera en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre.